domingo, 3 de diciembre de 2017

Primera Parte:  Diferentes Puntos de Vista
Vigilia, Sueño, Sueño Profundo

I
CAPÍTULO INTRODUCTORIO

1. ¿A quién va dirigido este método de indagación?
La Naturaleza del Hombre según el Vedanta
Escribir un libro de esta naturaleza conlleva una gran dificultad. La mayoría de los hindúes lo hicieron en forma de versos aforísticos, fáciles de memorizar, pero que había que interpretar de acuerdo con la tradición viva. Pero el hecho es que el lector de entonces había crecido en esa tradición y por tanto tenía una íntima relación con su lectura que era asumida completamente hasta que recientemente, cuando las obras del Vedanta fueron impresas, y publicadas en lenguas extranjeras, terminaron al mismo tiempo con las viejas garantías. Como resultado, sería arriesgado ahora presuponer alguna verdadera familiaridad, incluso por parte de los estudiantes serios, ya sean hindúes o no; y por lo tanto al escribir este libro, mi única presunción ha sido que sus lectores busquen el conocimiento de la verdad última; y como añadidura, que se acerquen con una mente abierta y la capacidad de ir más allá de la palabra escrita. A tales almas gemelas me dirijo en las páginas que siguen. Aquí he tratado de dar una explicación clara del más alto Vedanta, conocido como Advaita (no-dualidad), sin detenerme a hacer ningún tipo de compromiso concomitante con el deseo infantil de convertir a otros.
2. El deseo de felicidad
No se puede negar que la felicidad es el único objetivo en la vida, pero a la mayoría de las personas les resultaría difícil estar de acuerdo con esta declaración sin alguna reserva. ¿Cuál es la causa fundamental de su desconcierto? ¿No sería que la vida termina con la muerte y que la perspectiva de la muerte está llena de incertidumbre? No todas las personas, por supuesto, se preocupan de pensar seriamente en la muerte, pero todas las personas, en circunstancias normales, huyen de forma espontánea del peligro, a no ser que correr riesgos sea su deber o su placer. En ese caso, han dejado por el momento de identificarse con el cuerpo; y esto es lo que nos sucede a todos nosotros en los momentos de felicidad. Ahora bien, si podemos trascender esta falsa identificación inconscientemente, ¿por qué no hacerlo conscientemente? El propósito de este libro es demostrar que podemos, no sólo de vez en cuando, sino definitivamente. De hecho, siempre somos, por naturaleza, diferentes del cuerpo, ya que mientras el cuerpo cambia continuamente desde el nacimiento hasta la muerte, nosotros, que parecemos ser uno con él, podemos observar y recordar sus modificaciones. De ello se desprende que si, en lugar de afirmar que somos nuestra personalidad cambiante, pudiéramos recuperar nuestro verdadero centro, ese yo (self) inmutable y consciente que observa la personalidad, seriamos de una vez y para siempre felices y estaríamos en paz, porque entonces sabríamos con certeza que lo que afecta al cuerpo no podría afectar a nuestro yo. Esto, en definitiva, sería la conclusión de nuestra Indagación.
3. Los tres estados del hombre
Para encontrar una paz y felicidad que esté más allá de toda posible circunstancia, incluyendo la muerte, debemos estar en condiciones de discernir el principio inmutable dentro de nosotros. Esto implicará examinar la experiencia humana en su conjunto. Como seres humanos, experimentamos tres estados, el de vigilia, el de sueño y el de sueño profundo, de los que se compone toda nuestra experiencia. Pero no va a ser suficiente considerar estos estados desde el punto de vista de la vigilia, como hacemos normalmente, porque poco se puede aprender acerca del todo desde la limitada perspectiva de una de sus partes. En consecuencia, consideraremos cada estado desde diferentes puntos de vista: desde el propio estado, desde el que es común a la vigilia y al sueño, y desde el que trasciende a todos los estados como tales. Este último es el punto de vista del yo real en el hombre, el yo que continúa sin modificaciones a lo largo de los tres estados, desde el nacimiento hasta la muerte, y, de hecho, más allá del nacimiento y la muerte.

II
LA VIGILIA Y EL SUEÑO

1. El estado de vigilia
Se cree habitualmente que el estado de vigilia consiste en pensar y sentir en la presencia de objetos tangibles. Los objetos tangibles se perciben a través de los cinco órganos de percepción sensorial. A estos órganos los llamaremos colectivamente los sentidos corporales.
2. El estado de sueño
El estado de sueño, desde el punto de vista del estado de vigilia, se compone sólo de pensar y de sentir. Pero el soñador no tiene ni idea de que está soñando, porque de acuerdo con su experiencia, se perciben también objetos tangibles. Así que el estado de sueño puede definirse exactamente en las mismas condiciones que el de la vigilia.
3. Una primera comparación de la vigilia y el sueño
Cuando comparamos los dos estados, si los observamos desde su propio punto de vista, no se pueden encontrar diferencias. Sin embargo, aparece una diferencia cuando consideramos los sueños desde el punto de vista de la vigilia, según la cual sólo la vigilia es una experiencia real. Al despertar, sabemos que el mundo soñado, junto con el cuerpo soñado cuyos sentidos perciben dicho mundo, eran productos de la mente. Surge entonces la pregunta de si los pensamientos del hombre despierto y toda la experiencia del soñador no son equivalentes.
4. Una comparación entre pensar y soñar
El pensar se supone que difiere mucho del soñar, a pesar de nuestro conocimiento de que ambos son mentales. Echemos un vistazo a algunas de estas supuestas diferencias:
  1. En primer lugar, se dice que los sueños se derivan, y no difieren, de la experiencia de vigilia. Si es así, esto también se aplicaría a los pensamientos que se producen en el estado de vigilia.
  2. En segundo lugar, se dice que algunos sueños se derivan del almacén de impresiones latentes que la psicología contemporánea llama la mente subconsciente. Suponiendo la existencia de una mente subconsciente, también sucede lo mismo con algunos pensamientos. (1)
  3. En tercer lugar, se dice que el cuerpo y la mente del sueño hace o piensa cosas que el cuerpo y la mente de la vigilia no puede. Esto es cierto con respecto al cuerpo, pero no con respecto a los pensamientos. Puedo imaginar, al igual que puedo soñar, que mi cuerpo está volando. Puedo imaginar que me encuentro y hablo con los muertos o con personas desconocidas para mí en mi experiencia de vigilia; y que son acontecimientos de este o de otros mundos y de esta o de otras épocas, al igual que también puedo soñarlo. Por otra parte, puedo imaginar, al igual que puedo soñar, que mi cuerpo está en alguna otra condición de salud y edad, o que mi mente está dispuesta de alguna manera diferente en una u otra forma.
  4. En cuarto lugar, en el estado de vigilia el pensar puede parecer que es a veces deliberado y otras veces involuntario, en cambio el soñar, desde el punto de vista del hombre despierto, siempre parece involuntario. Se trata de una confusión, porque si el estado de sueño se presenta involuntariamente, también lo hace el estado de vigilia. Pero tanto en el sueño como en la vigilia, nos parece que elegimos nuestros pensamientos.
  5. En quinto lugar, se supone que los acontecimientos que ocurren en los sueños ocupan menos tiempo que si esos mimos acontecimientos se produjeran en la experiencia de vigilia. Aquí se intenta equiparar el estándar de tiempo de nuestra percepción de los objetos tangibles con nuestro pensar acerca de ellos, cuando en realidad son dos estándares diferentes. Pensar en algún acontecimiento particular en el estado de vigilia no requiere más tiempo que soñarlo. Así como podemos dividir el estado de vigilia en el pensamiento y la percepción de objetos tangibles, debemos aplicar la misma distinción al estado de sueño, porque para el sujeto que sueña, su experiencia es también de vigilia, divisible de la misma manera, con dos estándares distintos de tiempo. Por lo tanto, no hay ninguna variación necesaria entre pensar y soñar en lo que respecta a nuestra experiencia del tiempo.
5. La equivalencia de pensar y soñar
Estas consideraciones han ayudado a establecer la equivalencia del pensar y el soñar ― ambos son estados de actividad mental. Si se descubre alguna diferencia en detalle, no es más que la diferencia entre un modo de pensamiento y otro.
6. Más comparaciones entre la vigilia y el sueño
Hemos visto que el pensamiento, la sensación y la percepción de los objetos tangibles son actividades comunes tanto en la experiencia de vigilia como en la de sueño, cada una vista desde su propio punto de vista. Pero al entrar en el estado de vigilia, al sueño se le considera como un producto mental en cada uno de sus aspectos; y sin embargo para el soñador el llamado estado de sueño fue uno de vigilia. ¿Qué razones tenemos para suponer que el actual estado de vigilia no es más que un producto mental, al igual que un sueño? En la segunda parte de este trabajo, vamos a llegar a ver que los objetos tangibles no tienen existencia independiente. Existen como nociones en la mente del que percibe, y de esta manera la distinción entre la mente y la materia es irreal, al igual que ocurre también entre el pensamiento y la percepción de un objeto tangible. Si esto se da por hecho, entonces estar despierto no tiene sentido y no existe un estado de vigilia: todo es un sueño. Pero un sueño, llamado así sólo desde el punto de vista de un estado de vigilia inexistente, también es un nombre inapropiado..
7. La necesidad de definir la experiencia objetiva
Ahora estamos mirando el sueño y la vigilia desde la posición ventajosa del yo único inmutable y consciente que penetra e ilumina toda nuestra experiencia objetiva. Al no haber ninguna diferencia esencial entre un estado de experiencia objetiva y otra, debe encontrarse un término que sirva igualmente para describir todos los estados en los que la mente está activa.
8. Dualidad
El sueño y la vigilia son estados de la actividad mental, cuya característica es la presencia de un conocedor y un conocido, o un pensador y un pensamiento, uno siendo consciente del otro. Por lo tanto, la actividad mental se define como el estado de dualidad, la dualidad es el sujeto y el objeto.
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miércoles, 22 de noviembre de 2017

YO SOY KRSNA

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Ocho son las formas visibles de mi naturaleza: tierra, agua, fuego, aire, éter, mente, razón y conciencia del "yo". / Pero aún mucho más allá de mi naturaleza visible está mi Naturaleza superior, el fundamento de la vida, gracias al cual este universo tiene existencia. / Todas las cosas dotadas de vida obtienen su vida de esta Vida. Yo soy el principio y el final de todas las cosas que existen. / En todo este inmenso universo no hay nada que sea superior a Mí. Soy el soporte de todos los mundos del mismo modo que el hilo mantiene juntas todas las perlas del collar. Soy el sabor de las Aguas Vivas, soy la luz de la Luna y del Sol [...] Soy el sonido del silencio; la fortaleza de los hombres. / Soy la fragancia pura que desprende la tierra. Soy el resplandor del fuego. Soy la vida de todas las criaturas vivas, y la austeridad en aquellos que fortalecen su alma. / Soy, y desde siempre he sido, la semilla eterna de todos los seres. Soy la inteligencia del inteligente. Soy lo bello de la belleza. / Soy la fuerza de los vigorosos [...]. Soy el deseo [...]
Bhagavad Gita VII, 4-11

lunes, 9 de octubre de 2017

¿Cuál es el significado de advaita?

Conversaciones con John Martin Sahayananda
Sahayananda
En el hinduismo hay tres sistemas teológicos principales sobre la verdad: dvaitavisistaadvaita y advaitaDvaita es dualidad; los seguidores de este sistema sostienen que hay una brecha entre Dios y los humanos. Los humanos nunca pueden darse cuenta de que ellos y Dios son uno; solo pueden decir "Dios es más relevante que yo". Visistaadvaitaes no-dualidad matizada o cualificada, sus seguidores creen que la creación es el cuerpo de Dios. Los humanos también son el cuerpo de Dios, y pueden decir "yo estoy en Dios y Dios está en mí", pero no pueden decir "yo y Dios somos uno". En advaita, o no-dualidad, los seres humanos pueden decir que "yo y Dios somos uno", y se contempla a la creación como maya, ilusión. Únicamente Brahman es real.
Podemos ver estos tres sistemas operando en nuestro crecimiento espiritual. Cuando considero a Dios como maestro y a mí mismo como servidor, o Dios como creador y yo como criatura de Dios, mi relación con Dios es dualista. Hay también una relación con Dios no-dualista matizada o cualificada cuando digo "yo estoy en Dios y Dios está en mí", que significa que Dios ya no está fuera, ya no solo es mi creador sino que habita en mí.
El tercer nivel de relación con Dios es no-dualista, en el que descubro que solo Dios existe, que provengo de Dios y que regresaré a Dios. Es cuando una persona puede decir "yo y Dios somos uno". Este "yo" no es un yo individual, en realidad es el "yo" divino. En este nivel, la verdad es unidad.

La verdad y los Upanishads

Para entender el significado de advaita necesitamos comprender primero el significado de Atman y Brahman. Atman significa fundamento, base, concretamente el fundamento de la consciencia individual. Por ejemplo, el Atman de este edificio son los cimientos, y sin ellos se derrumbaría. Cuando se refiere a Dios como el fundamento del individuo se utiliza la palabra Atman; en la tradición india, Dios es como Atman, los cimientos o la base de esta creación. No podemos ver esta base, Dios es invisible, pero sin ella la creación se derrumbaría.
Cuando se refiere a Dios como el fundamento de toda la creación se utiliza la palabra Brahman. Atman es Brahman y Brahman es Atman: la base de la consciencia individual y la base de la creación es la misma. Brahman proviene de la raíz br, que significa borbotear, mostrarse como un manantial. El manantial burbujea con vida. Conocer a Dios significa conocer nuestra base, conocer la fuente, conocer la vida. En la tradición india no se dice "somos criaturas de Dios", sino "somos la manifestación de Dios". Tenemos la responsabilidad de regresar a Dios, como un trozo de hielo flotando en el agua. El hielo proviene del agua y se puede fundir en el agua. No podemos separar Dios y la creación.
La otra palabra para Dios es "real". Lo contrario de lo real es irreal. Lo irreal es aquello que tiene un principio y un fin. Dios es real porque no tiene principio ni fin. Dios se manifiesta como vida.
La sabiduría de los sabios de los Upanishad y la experiencia advaita queda contenida en los célebres cuatro mahavakhyas, las afirmaciones principales de los Upanishads. La primera es Aham Brahmasmi, que significa "yo soy Brahman" y que se puede interpretar indistintamente como "yo soy Dios", "yo soy la verdad", "yo soy real" o "yo soy vida". Quiere decir que mi "yo" eterno es Dios, y si mi "yo" eterno es Dios entonces el "yo" eterno de todo ser humano es Dios.
Esto nos lleva a la segunda gran afirmación, Tattvamasi que literalmente significa "eso eres", o lo que es lo mismo "tú eres la verdad", "tú eres la luz" o "tú eres real". La tercera gran afirmación es Ayatman Brahman, que significa literalmente Atman es Brahman, y se puede entender como "mi verdadero yo es Dios", o "Dios y yo somos uno". Cuando una persona descubre los fundamentos de su verdadero yo, Atman, se da cuenta que el fundamento del universo, Brahman, es uno con Atman. Atman es Brahman y Brahman es Atman. Por último, la cuarta afirmación refleja que todo el universo es visto como la manifestación de Dios o Brahman. Sarvam etat Brahma, que significa "todo esto es Brahman".

La verdad y Cristo

Respecto al legado de Cristo podemos preguntamos "¿qué es la verdad? Cristo explicó su verdad en una afirmación "El tiempo se ha cumplido. El reino de Dios está cerca. Arrepentíos (1) y creed en la buena nueva" (Mc. 1: 15). La buena nueva es que Dios está en todas partes y toda la creación está en Dios. La humanidad, la creación y Dios son uno. La visión espiritual de Jesucristo invita a la humanidad a darse cuenta de esta revolución espiritual.
Hay tres afirmaciones importantes de Cristo en las que muestra su propio viaje espiritual hacia esta consciencia de la unidad con Dios. Comenzó su relación con Dios de manera dual cuando dijo. "El Padre es mayor que yo" (Jn. 14:28). Esto es dvaita. Creció hacia el visistaadvaita, una relación con Dios no-dualista restringida, y lo muestra cuando dijo "Yo estoy en el Padre y el Padre está en mi" " (Jn. 14: 11). Por último, experimentó una relación no-dualista con Dios cuando dijo "Yo y el Padre somos uno" (Jn. 10:30). Esta tercera afirmación muestra su relación advaita con Dios, al nivel de la consciencia unitaria, la verdad final.
Para llegar a una relación no-dualista con Dios tenemos que ir más allá de las religiones o estructuras de creencias, e introducirnos en las consciencias universal y unitaria. El absolutismo religioso, laicismo, relativismo y el movimiento de la Nueva Era pertenecen a la consciencia colectiva, el nivel dualista de la verdad. En el nivel de la consciencia universal trascendemos el absolutismo, laicismo, relativismo y sincretismo. "Tú eres el camino, la verdad y la vida". Para mí, el mensaje liberador de Cristo radica en que la verdad no está fuera, no está en las escrituras ni en las personas relevantes. "Tú eres la verdad". Desde este nivel de la consciencia universal tenemos que movemos a la consciencia unitaria y en última instancia ser capaces de decir "Dios es el camino, la verdad y la vida".
La tradición de los Upanishads y el viaje espiritual de Jesús muestran que la verdad se expresa en tres niveles: a) estructuras de creencias objetivas, es decir dualidad. b) Verdad inmanente, que es la no-dualidad restringida, en la que los humanos pueden decir "yo soy el camino, la verdad y la vida", y c) verdad trascendente "yo y Dios somos uno", que es no-dualidad, o advaita

La visión de Bede Griffiths

La expresión de Bede Griffiths "ir más allá de las religiones" significa ir más allá de la verdad objetiva y descubrir la verdad no-dual, que es la presencia interior de Dios. El legado y la visión del P. Bede corresponde al de los sabios de los Upanishads y de Jesucristo, es la sabiduría perenne. Su encuentro con la espiritualidad india le ayudó a comprender la experiencia advaitade Cristo. Cuando habló de no-dualidad vio la unidad de Dios, la creación y la humanidad; esta es la verdad eterna o absoluta. Solo hay una realidad y es no-dual.
Esta unidad es libertad y libertad es plenitud. Donde hay plenitud no hay necesidad de llegar a ser nada en el futuro, no hay tiempo, solo hay eternidad. Esta libertad es creatividad. La verdad siempre se manifiesta de manera creativa. No podemos definir la verdad de una vez para siempre, por tanto esta verdad no está en los libros, incluidos los libros sagrados, ni tampoco en declaraciones o en las estructuras de creencias. No está fuera de los seres humanos, los humanos son la verdad. Este es el único camino de salida de las estructuras de creencias.
 

¿Cómo podemos llegar a conocer a Dios?

Nuestra relación depende de si la establecemos a través del aspecto histórico o del aspecto eterno de Dios. Hay tres tipos de relación posible con Dios. La primera es cuando la persona dice "Dios es mucho más relevante que yo". En este caso, la voluntad de Dios se manifiesta en ley, que rige las relaciones humanas en la sociedad. Esto es la verdad histórica y origina la consciencia colectiva.
El segundo tipo de relación ocurre cuando una persona dice "yo estoy en Dios y Dios está en mí". Aquí la voluntad de Dios se manifiesta no por medio de la ley sino revelando lo que es un ser humano. Este nivel pertenece a la consciencia universal y es la verdad eterna. Aquí no hay escrituras, los seres humanos viven por medio de su luz interior.
En la tercera relación la persona dice "yo y Dios somos uno", una relación que pertenece a la consciencia unitaria. En este nivel sólo Dios existe. La persona se vacía completamente y se convierte en un instrumento de Dios, el eterno. Es el nivel más elevado en la relación entre Dios y los humanos. Básicamente, es el nivel en el que llegamos al conocimiento de Dios.
Notas:
  1. La palabra "arrepentíos" proviene del hebreo shub que significa regresar a Dios. "Arrepentíos" se puede entender como "date cuenta de que ya estás en Dios. Detén tu búsqueda". Por eso la palabra arrepentíos es una buena nueva.
Fuente: John Martin Sahayananda. Charlas a las cuatro
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El Vedanta en la vida cotidiana

por Swami Sivananda
Swami Sivananda
Los Upanishads constituyen la base del Vedanta. El Vedanta es la cultura básica de la India. Es la filosofía nacional de la India. Es el Moksha Sastra o la Ciencia de la Emancipación. El absolutismo es el eje de la filosofía Vedanta.
El Vedanta sostiene la realidad del Espíritu indivisible, inmanente y trascendente. No excluye la materia. No excluye nada. La unidad de toda la existencia es el mensaje que el Vedanta enseña. El Vedanta ha mantenido con vida a la sociedad hindú durante los últimos miles de años.
El Vedanta es la única filosofía audaz que se atreve a llamar al hombre Dios, no meramente el hijo de Dios, o Su siervo. Proclama con énfasis que tú eres el Atman inmortal, que todo lo impregna, el Alma Universal o Brahman Supremo en esencia, en realidad. La audacia es la clave fundamental del Vedanta. El mensaje del Vedanta es la osadía, la fuerza del alma y la unidad de la consciencia.
El Vedanta no pide conversos o prosélitos, sino la más profunda reevaluación de la ecuación divino-humana, un retorno a la pregunta fundamental de cada ser: "¿Qué soy realmente? ¿Cuál es mi Yo real?" El Vedanta proclama: "El hombre, en esencia, es idéntico al Ser Supremo."
El Vedanta revela nuestra identidad con el resto de la humanidad. Según el Vedanta, no hay ningún extraño en este mundo. Todos estamos relacionados con los demás en la unidad del Espíritu. En el Vedanta, no hay "mío" ni "para mí"; sino "nuestro" y "para nosotros"; y en última instancia, "Suyo" y "para Él". Si la filosofía Vedanta se entiende y se ejecuta correctamente, entonces borrará todos los males que emanan de los prejuicios raciales y partidistas. El Vedanta no es un credo, no es ningún tipo de ceremonia o forma de adoración. Es la ciencia del correcto vivir. No es monopolio exclusivo de los hindúes o de los ermitaños. Es para todos.
El Vedanta no tiene ninguna disputa con ninguna religión. Predica principios universales. El Vedanta es la única religión universal, eterna. Es el mayor nivelador. Une todo. Es espacio para todo.
El Vedanta envuelve en su espacio todas las religiones del mundo y es lo suficientemente fuerte como para volverlas a todas útiles y perennes. El Vedanta nunca interfiere con las formas. Se ocupa únicamente de la vida de las religiones. El cristiano no necesita renunciar a su cristianismo, el budista es libre de continuar con su Noble Sendero Óctuple, el musulmán puede ceñirse a su Corán, y sin embargo todos ellos pueden seguir el Vedanta y realizar en la práctica todos sus altos ideales y verdades. Su amor a sus respectivos profetas y Biblias se volverá más sobrio, más iluminado y más perdurable. La animosidad religiosa desaparecerá, el mundo proseguirá hacia su gran fin sin ninguna fricción, con una mayor dignidad y buena voluntad entre sus habitantes.
El Vedanta significa no esclavitud. Da libertad a todos. Nunca condena a ningún hombre fuera de toda esperanza, nunca mira a nadie como culpable, sino que acoge a toda la humanidad bajo su amparo. El Vedanta es extremadamente católico y liberal en su perspectiva. El Vedanta puede ofrecer a la sociedad moderna una fe común, un cuerpo común de principios y una disciplina moral común. Es muy científico en su visión y posee un verdadero atractivo para los hombres y mujeres de hoy.
No hay filosofía tan audaz y sublime como la filosofía del Vedanta. El Vedanta es lo único que puede erradicar por completo los sufrimientos humanos y puede traer paz y felicidad eterna. Incluso un poco de comprensión y un poco de práctica de Vedanta puede elevar a un hombre a alturas magnánimas de Brahman o consciencia-Dios y eliminar todo tipo de miedos, preocupaciones y ansiedades de esta vida mundana.
Algunas personas ignorantes dicen que el Vedanta predica la inmoralidad, el odio y el pesimismo. Este es un error bastante triste. El Vedanta no predica ni la inmoralidad ni tampoco la indiferencia a la moralidad. El Vedanta quiere que destruyas Moha o el amor egoísta y la pasión por el cuerpo, y desarrolles el amor cósmico puro, desinteresado o el noble Amor divino. El Vedanta nunca predica el pesimismo, predica la máxima expresión del optimismo. El libertinaje se confunde con una vida de expansión. Si un hombre puede comer cualquier cosa en cualquier hotel en cualquier parte del mundo, si puede interactuar socialmente con cualquier hombre o mujer, eso no significa que es un Vedantín. Se habla mucho del Vedanta hoy en día. La gente habla de unidad, de ser uno y de igualdad, pero entra en guerra por cosas insignificantes e inútiles. Están llenas de celos y odio. No puedo imaginar esto. Esto me deja simplemente perplejo.
Creo en el Vedanta práctico. Creo en las prácticas espirituales sólidas. Creo en el replanteamiento minucioso de la naturaleza mundana, la mundanalidad de varios tipos.
Debes ser un Vedantín práctico. Debes vivir en el espíritu del Vedanta. La mera teorización y predicación son solo gimnasia intelectual y guerra lingual. Esto no es suficiente. ¿De qué le sirve a uno leer tantos libros sobre el Vedanta como Chit-SukhiKhandana Khanda Khadyam, etc.? Debemos irradiar amor a todo el mundo. El espíritu del Vedanta debe penetrar nuestras células, tejidos, venas, nervios y huesos. Debe ser parte de nuestra naturaleza. Debemos pensar en unidad, hablar de unidad y actuar en unidad.
El sol, el Ganges, las flores, los árboles de sándalo, los árboles frutales, las vacas, todo enseña Vedanta práctico al mundo. Todos ellos viven para servir a la humanidad en un espíritu desinteresado. El sol irradia su luz de igual manera sobre la cabaña de un campesino y el palacio de un rey. Las frescas y agradables aguas del Ganges son bebidas por todos. Las flores emanan su fragancia a todos sin esperar nada. El árbol de sándalo desprende su aroma incluso para el hombre que lo corta con un hacha. Todos los árboles frutales se comportan de la misma manera. ¡Oh hombre egoísta e ignorante! Aprende lecciones de estos Vedantines prácticos y vuélvete sabio.
El Vedanta no predica una doctrina de negación del esfuerzo humano. Quiere que tengas un cambio de actitud mental. Esto requiere un cambio del ángulo de visión. Hasta ahora, el mundo lo era todo. De aquí en adelante, solo la Realidad es todo.
Había una vez un par de amigos, Ram y Gopal. Ambos eran filósofos. Mediante el análisis y la auto-indagación, Ram aprendió a ver la Gloria del Yo Supremo reflejada en y a través de todo el universo. Pero Gopal siguió siendo un filósofo teórico, condenando al universo como una ilusión y un sueño que no contiene nada más que maldad y vicio.
Un día, después de mucho tiempo, Ram visitó a su amigo. Gopal argumentó, durante un buen rato, como de costumbre, el mal que hay en este universo, y al final le preguntó a Ram qué regalo había traído para su amigo. Ram, después de pensarlo un rato, sacó un pequeño espejo del bolsillo y se lo entregó a Gopal, dijo: "Este es mi pequeño y humilde presente, que te ayudará a entender tu propia belleza y encanto, que no puedes ver de otra manera". Gopal aprendió una lección, y a partir de ese momento comenzó a visualizar y a comprender la Gloria del Yo Supremo reflejada en todo el universo. No hay nada inútil en este mundo. El no-yo existe para reflejar y glorificar al Yo. De lo contrario, ¿cómo podrías conocer la existencia del Yo? Ciertamente, el no-yo es el espejo que refleja verdaderamente el Yo para ser conocido.
Así, también, el mal es el espejo para el bien. La presencia de sabios y santos se conoce fácilmente en medio de un conjunto de hombres ignorantes. Aprende a ver el bien reflejado por el mal, y di: "El mal existe para recordarme lo bueno, lo perecedero existe para recordarme lo imperecedero", y así sucesivamente.
Verdaderamente, este universo es un espejo que nos recuerda a Dios. Aprende a no condenarlo como una ilusión o un sueño, sino a utilizarlo para sentir la presencia de Dios.
Aprende a discriminar entre lo permanente y lo impermanente. Contempla el Yo en todos los seres, en todos los objetos. Comparte todo lo que tienes, físico, mental, moral o espiritual, con todos. Sirve al Yo en todo. Siente cuando sirves a los demás, que estás sirviendo a tu propio Yo. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Disuelve todas las diferencias ilusorias. Elimina todas las barreras que separan al hombre del hombre. Mézclate con todo. Abrázalo todo. Destruye la idea del sexo y la idea del cuerpo pensando constantemente en el Yo o el Atman sin sexo, sin cuerpo. Fija la mente en el Yo cuando trabajes. Esto es Vedanta práctico. Esta es la esencia de las enseñanzas de los Upanishads y los sabios de antaño. Esta es la vida real y eterna en Atman. Pon estas cosas en práctica en la batalla diaria de la vida. Resplandecerás como un Yogui o Jivanmukta dinámico. No hay duda de esto.
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martes, 12 de septiembre de 2017

EL MENSAJE DEL BHAGAVAD GITA

Entrevista a Ivan Oliveros




Ivan Oliveros (Sesha) formado en ingeniería y filosofía oriental está comprometido con la transmisión del Vedanta Advaita. En uno de sus cursos de meditación nos concedió una entrevista para hablar de un texto fundamental en la tradición hindú como es el Bhagavad Gita.

Julián Peragón (Arjuna): El Bhagavad Gita es un texto muy importante en India, para todo el hinduismo, sin embargo, aquí es difícil para el occidental comprenderlo porque parece ser que es un texto sincrético, donde hay muchas corrientes filosóficas, está expresado digamos “a la India” y si tenemos una visión literal del Gita parece que alienta a la guerra porque Krishna le dice a Arjuna: “Levántate y lucha” ¿Qué claves tendríamos que tener para hacer una lectura adecuada?

Ivan Oliveros (Sesha): El Bhagavad Gita es un texto sagrado que, junto con los Upanishads y los Brahma Sutras, conforman la base teórica de la filosofía vedanta.


El Bhagavad Gita es un texto excepcional porque es el primer texto que expresa, que metodiza de manera clara, las diferentes vertientes que existen para crear el estado de autoconocimiento; es decir, el Bhagavad Gita expone claramente la naturaleza de la moral a través del karma yoga, la naturaleza de la devoción a través del bakhti yoga y la naturaleza de la comprensión mediante un correcto discernimiento a través del Jñana yoga.
El Bhagavad Gita es un compendio inmenso porque encierra en sí mismo las inmensas inquietudes que la tradición oriental ha tenido respecto al autoconocimiento, es muy claro, muy preciso en la percepción del karma yoga, del bakhti yoga y del Jñana yoga. Es el único texto que encierra de una manera gráfica, sistematizada y relativamente abierta la expresión de la profundidad de la tradición hindu. El Bhagavad Gita no es grande porque describa una guerra, ni es grande porque sea parte del Mahabarata, el Bhagavad Gita es grande por lo que enseña y por lo que expresa. Cuando uno logra profundizar en la enseñanza del Bhagavad Gita se da cuenta de la inmensidad que tienen sus enseñanzas, porque por fin un texto logra expresar de manera clara y definida las concordancias y las relaciones que hay en todos los caminos interiores.
En el Bhagavad Gita los primeros seis capítulos hablan del karma yoga o el camino a través de la acción, el camino de la no apetencia del fruto y de la no egoencia en la acción (el capítulo seis es un resumen de los anteriores), los siguientes seis capítulos (el capítulo doce es también un resumen de los seis anteriores) hablan de la devoción, de cuál es la naturaleza de la devoción, de cuál es la naturaleza del amor, hablan de la expresión importante del rito, de las prácticas de la divinidad precedente personal; los últimos seis capítulos analizan el Jñana yoga, es decir, de cómo es la expresión de la realidad cuando se advierte a través del discernimiento y cuáles son los elementos necesarios para poder despertarlo.
Sin embargo, para enseñar todo esto se ha tomado una expresión bastante gráfica que tiene que ver con una batalla, la batalla del campo del Kurushetra en la que los Pandavas intentan retomar el reino de Hastinapura (la ciudad de los elefantes o de la sabiduría). Los antiguos kauravas han tomado el trono aprovechando algunas debilidades de Yudistira, el mayor de los Pandavas, a quien le gustaba jugar a los dados; debido a esta debilidad ha perdido el trono por doce años y uno más. Llegan, pasado el tiempo, nuevamente los Pandavas a tomar Hastinapura y aquellos que ya están instaurados evidentemente no quieren dar el poder, no quieren ofrecerlo ni otorgarlo aunque se comprometieron a ello.
Esto, aunque históricamente pueda ser cierto, que hay quienes opinan que no puede serlo, realmente es Guita habla de la naturaleza del ser humano, sobre aquello que está anquilosado y cómo puede transformarse. Entonces la batalla en el fondo es una batalla interior, los antiguos maestros kauravas que enseñaron a Arjuna, que es uno de los principales elementos del Bhagavad Gita, fueron quienes le enseñaron a pelear, a guerrear, a usar el arco (Arjuna era experto en el arco), pero Arjuna tiene que pelear contra sus anteriores familiares, maestros y amigos. En el fondo lo que está representando es que hay un momento en la vida, circunstancias en la vida que nos lleva a tener que hacer un cambio, y esa transformación lleva necesariamente a que elementos que previamente eran válidos ahora no lo sean. De hecho, la vida misma nos lleva a transformarnos, a ver que hay cosas que no sirven y es necesario tener el valor de dejarlas de lado.


Arjuna: ¿Cuál es el dolor de Arjuna en esta renuncia?


Ivan: El dolor de Arjuna es que en el mundo en el que él vivía no encontraba la libertad. Él pensaba que la libertad era la fuerza de guerrear como soldado, la, que la libertad era ser parte de un clan, pero la libertad no es esa; lo que le enseña Krishna es que la libertad es una libertad interior, que es la libertad del no-pensamiento, que la libertad está algo más allá de lo que él puede ver con los ojos o escuchar con los oídos.


Arjuna: Más allá de la ley de la tribu...


Ivan: Sí, la libertad está más allá de la ley de la tribu o de cualquier ley moral. Desde esta perspectiva él tiene que tomar la decisión de alejarse de las cosas que no le llevan al fin que ahora sorprendentemente quiere buscar; ello implica muchas veces dejar antiguos hábitos mentales, dejar viejas compañías con las que se buscaban cosas que antes hacían bien y que ahora simplemente no llenan lo suficiente como deberían hacerlo; implica luchar contra nuestros hábitos, contra nuestros propios miedos, con el miedo de lo que podrá pasar, con el miedo de lo que podrá y será, con el miedo de lo que tengo que dejar, con el miedo de “quisiera dejar algo por si a caso no llego a lo que estoy aspirando.

El ser humano tiene miedo, y Arjuna no es caso aparte, también lo posee. Arjuna es el símbolo del discípulo. Así como Yudistira en el Bhagavad Gita es el símbolo del discípulo perfecto porque es el hijo del Dios Dharma, así Arjuna es el símbolo del discípulo que quiere aprender. Hay tres tipos de discípulos, Arjuna es la profundidad del discípulo más elevado, está el uttama, el madima y el adama adhikari (adhikari es discípulo). El uttama es el último, es el que con pocas cosas despierta su realidad interior. En cambio el adama adhikari es el que por más que se le enseñe nunca entenderá, tendrá buen corazón pero no podrá comprender la enseñanza El símbolo del uttama adhikari es Arjuna, es el que con poco conocimiento, con poca presencia su maestro es capaz de llegar a enseñanzas más profundas. Y, evidentemente, Arjuna se entrega, opta por la lucha, opta por enfrentarse a sí mismo, la lucha no es más que una lucha consigo mismo, es la única lucha que vale porque es la única lucha que realmente transforma. Esto es lo que Arjuna gana en el Bhagavad Gita, el conocimiento de sí mismo pues se ha de enfrentarse a sí mismo.
Arjuna: Hay un momento en que Arjuna le pregunta a Krishna, entre el yoga de la renuncia y el yoga de la acción, cuál de los dos es el que nos lleva a la salvación. Krishna dice que ambos pero que el yoga de la acción es un yoga superior ¿En el Bhagavad Gita se toma partido por una de estas tres vías, Bakhti, Jñana o Karma o plantea siempre una integración armónica de las tres?

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